TANGER EN NOCHEVIEJA Y AÑO NUEVO

Tánger y alrededores son ideales para unos días de escapada en fin de año desde España, así que decidimos pasar allí la Nochevieja y el año nuevo.
Llegamos al aeropuerto de Tánger y teníamos que coger un taxi hasta nuestro hotel, ya que no existe ningún tipo de transporte público al aeropuerto. Los precios del taxi están marcados en un tablón a la salida de aeropuerto, pero de poco nos sirvieron, ya que había sólo cuatro taxistas compinchados, y tuvimos que pagarles los 150 dirhams que nos pedían por llevarnos a nuestro hotel, ya que era la única forma de salir del aeropuerto. 

Vista de Tanger desde paseo maritimo

Íbamos a dedicar a Tánger un día y medio y lo primero que hicimos después de acomodarnos en el hotel, fue bajar a pasear por la playa, la cual teníamos a tan sólo a unos minutillos caminando desde el hotel. Lo que más me impresionó de la playa de Tánger fue lo amplia que es y lo limpia que estaba. También me impresionó lo cerca que se podía divisar la costa de Cádiz, donde con un simple zoom de cámara se podían distinguir a la perfección los molinos del parque eólico de Tarifa; y eso fue una de las cosas que más me gustó de la ciudad, su ubicación geográfica, por las vistas del mar desde diferentes puntos de la ciudad y por la cercanía tan palpable a las costas españolas.

Playa de Tanger con España al fondo

La playa de Tánger es perfecta para pasear por niños, ya que aparte de su amplitud, goza de espacios verdes, columpios y se puede optar por un paseo a caballo o dromedario que ofrecen los locales.

Esa misma noche era Nochevieja y además celebramos nuestro 8º aniversario de bodas, así que lo conmemoramos cenando en un restaurante local del paseo marítimo. Todos los restaurantes de la zona estaban abiertos y algunos de ellos contaban con la participación de música en vivo para acompañar a las familias en la cena de fin de año. Antes de media noche estábamos de vuelta en el hotel para que el niño descansase. Desde la televisión seguimos el cambio de año, pero no nos pudimos comer las uvas porque no las encontramos por ninguna parte...
El paseo marítimo de Tánger se encuentra lleno de hoteles y apartamentos turísticos, rodeado por selectos bares y restaurantes. Como era invierno la zona estaba un poco muerta, típico de una zona turística fuera de temporada.

Edificios en paseo maritimo Tanger

Playa de Tanger en Marruecos

El día de año nuevo nos fuimos caminando por el boulevard marítimo Mohamed VI (el corniche), hasta llegar a la ciudad vieja de Tánger, pasando por el puerto. La zona del puerto está siendo objeto de una gran transformación, ya que están construyendo un gran puerto deportivo y de paso de cruceros, con toda clase de estructuras de ocio: restaurantes, centros de comerciales, edificios de conferencias…. En realidad todo Tánger parecía que estaba en medio de una gran transformación inmerso en un gran “Boom” del ladrillo.

En la medina de Tánger no es fácil orientarse, de hecho hay rutas turísticas que se pueden seguir para visitar las principales atracciones de esta medina. Nosotros intentamos seguir alguna de ella, pero no están claramente indicadas, así que lo mejor es perderse y dejarse llevar. Subimos hasta el Kasba (ciudadela fortificada con un museo palacio en su interior), pero estaba cerrado. Visitamos el resto de las murallas y puertas de la ciudad vieja, de las cuales algunas cuentan un con atractivo especial al estar abiertas al mar. 

Muralla de Tanger en Marruecos

Por la ciudad vieja en las calles principales de puede rodar bien la sillita del niño pequeño, pero cuando te sales de las calles principales se hace incomodo rodarlo y en varias ocasiones hubo que plegarla. La medina está llena de gatos y mi niño disfrutó mucho correteando detrás de ellos. Callejeando por la medina enseguida nos aparece la Gran Mezquita, en torno a las calles más principales. 

Callejas medina Tanger

Gran Mezquita en Tanger

Ya fuera de la medina y uno de los lugares principales de esta ciudad, es la llamada plaza 9 de abril, una gran plaza moderna renovada y rodeada por mercados y zocos. La plaza se encuentra coronada por la mezquita Sidi Bou Abid y por un histórico palacio ajardinado.

Plaza 9 de abril en Tanger

Tánger no es que sea una ciudad bonita, ni que llame la atención a simple vista, si no se indaga previamente un poco en su historia. De hecho lo que más emociona de la visita es encontrarte con los restos coloniales que aun respiran en esta ciudad, como el teatro Cervantes y la iglesia de orden católica de la Purísima, (en plena medina vieja), otros de estos restos coloniales se encuentran esparcidos por otras partes de la ciudad como el antiguo Banco de España, el instituto Cervantes, u otras casonas clásicas y edificios decorados con balconcitos tipo coloniales.  Ejemplos de edificios históricos que datan desde finales del S XIX cuando Tánger llegó a ser administrada hasta por siete países (entre ellos España). 

Tánger, como ciudad internacional en su pasado, fue también refugio de expatriados procedentes de los países europeos durante la Segunda Guerra Mundial. La ciudad fue sede de reunión de artistas y bohemios de la época, una ciudad entregada al placer y el libertinaje. De hecho había prostíbulos, casinos, y grandes avenidas, en definitiva: Tánger fue una de las ciudades más permisivas del mundo, algo inimaginable hoy en día.

Callejas medina Tanger

Teatro Cervantes en Tanger

En Tánger, judíos, cristianos y musulmanes compartieron patios, cafés y callejones, hoy en día quedan sólo en pie alguna de las sinagogas de las muchas que llegó a haber en la ciudad y también queda el cementerio judío, que por cierto estaba cerrado.
Como digo, creo que esta pequeña incursión en la historia de esta ciudad, con un pasado tan internacional hace que la visita a Tánger se haga muy interesante. 

Desde Tánger al día siguiente, iríamos en tren de excursión hasta la pequeña ciudad bohemia de Asilah.

FOTOS DE TANGER

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